Uno de los problemas comunes de los televisores, que podemos solucionar en casa, es la falla de la fuente de alimentación. Si bien es sencillo de repararla, es difícil detectarla, pues no siempre se explicita su condición. El aparato puede dejar de funcionar, o puede funcionar con desperfectos. Pero de todos modos, es el primer paso en el chequeo de un TV.

Para reparar esta avería comenzamos por chequear los fusibles y el cable de alimentación.

El paso siguiente es la revisión de las resistencias fusibles. Se miden con el tester, en caso de que no marquen nada, es porque existe un corto. Si marcan, la medida debe coincidir con la que indican en la parte superior.

Verificamos luego los transistores, también con el tester. Para ello colocamos la punta roja del tester en la parte media del transistor y la punta negra en cada uno de los dos extremos del mismo, si las mediciones coinciden significa que el transistor está bien. De lo contrario, lo reemplazaremos.

Otro de los componentes que suele fallar es el tubo de imagen, que se encarga de recibir y decodificar la información que llega a la antena, para traducirla en imágenes. Hay algunos problemas del tubo que pueden corregirse mediante el modo setup del televisor. Pero en otros casos, deberemos reemplazar el tubo de imagen.

Otros elementos que pueden presentar problemas solucionables son: la salida de audio, que puede reemplazarse sin mayores problemas; el sintonizador que pude presentar problemas de conexión.

Todos estos problemas requieren de un chequeo minucioso y paciente de los componentes del televisor, y de mucho cuidado a la hora de repararlos, para evitar ocasionar otras averías.